4 Moralejas Cortas | Tareas Escolares
4 Moralejas Cortas | Tareas Escolares
El jefe de los ratones dijo a los presentes:
- Os he mandado reunir para que entre todos encontremos
una solución. ¡No podemos vivir así!
- ¡Pido la palabra! - Dijo un ratoncillo muy atento-Atemos
un cascabel al gato, y así sabremos en todo momento por dónde anda. El
sonido nos pondrá en alerta y podremos escapar a tiempo.
Tan interesante propuesta fue aceptada por todos los
roedores entre grandes aplausos y felicidad. Con el cascabel estarían
salvados, porque su campanilleo avisaría de la llegada del enemigo con el
tiempo para ponerse a salvo.
- ¡Silencio! – Gritó el ratón jefe, para luego decir: Queda
pendiente una cuestión importante: ¿Quien de todos le pondrá el cascabel
al gato?
Al oír esto, los ratoncitos se quedaron repentinamente
callados, muy callados, porque no podían contestar a aquella pregunta. De
pronto todos comenzaron a sentir miedo. Y todos, absolutamente todos, corrieron
de nuevo a sus cuevas, hambrientos y tristes.
Instalado en la plaza pública, un adivino se entregaba a su
oficio. De repente se le acercó un vecino, anunciándole que las puertas de su
casa estaban abiertas y que habían robado todo lo que había en su interior.
El adivino levantose de un salto y salió
corriendo hacia su casa, desencajado y suspirando, para ver lo que había
sucedido.
Uno de los que allí se encontraban, viéndole correr le dijo:
-Oye, amigo, tú que te vanaglorias de prever lo que ocurrirá
a los otros, ¿por qué no has previsto lo que te sucedería a ti?El adivino no
supo qué responder.
Moraleja: no hay que fiarse de aquellos que dicen que pueden
adivinar el futuro de los demás. Tan sólo pretenden estafarnos y quitarnos
nuestro dinero.
Pensó un día un lobo cambiar su apariencia para así
facilitar la obtención de su comida. Se metió entonces en una piel de oveja y
se fue a pastar con el rebaño, despistando totalmente al pastor.
Al atardecer, para su protección, fue llevado junto con todo
el rebaño a un encierro, quedando la puerta asegurada.
Pero en la noche, buscando el pastor su provisión de carne
para el día siguiente, tomó al lobo creyendo que era un cordero y lo sacrificó
al instante.
Moraleja: Según hagamos el engaño, así recibiremos el
daño.
Un niño metió su mano en un recipiente lleno de dulces. Y
tomó lo más que pudo, pero cuando trató de sacar la mano, el cuello del
recipiente no le permitió hacerlo.
Como tampoco quería perder aquellos dulces, lloraba
amargamente su desilusión.
Un amigo que estaba cerca le dijo: - Confórmate solamente
con la mitad y podrás sacar la mano con los dulces-.
Moraleja: Nunca trates de abarcar más de lo debido,
pues te frenarás.
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