2 Leyendas de Mexico - Huixcolotla Historias
Leyenda del Enterrado vivo
Esta es una de las historias que más se cuentan alrededor de las fogatas e incluso se ha llevado al cine, pues el pensar que alguien por error fue dado por muerto y ahora se encuentra varios metros bajo tierra buscando desesperadamente salir, sin que nadie pueda auxiliarlo, es algo que pone los pelos de punta de cualquiera.
Resulta que hace poco en Polonia se tuvo conocimiento de una historia similar. Un joven llamado Marcin Kasprzak estaba cansado de su relación con su novia, por lo que decidió ponerle punto final de forma trágica. Marcin, junto con un amigo, amordazaron a Michelina Lewandowska; le disparó con una pistola y creyendo que estaba muerta, la ocultó dentro de una caja vieja de televisión, la cual enterró en lo más profundo de un bosque.
Minutos después, Michelina volvió en sí y al percatarse de la situación en la que se encontraba, utilizó el anillo de compromiso que le había dado Kasprzak para cortar los cordones con los que había sido maniatada. Como pudo, logró hacer un agujero y terminó por salir de entre la tierra. Ahora, el joven de 25 años enfrenta cargos judiciales por intento de asesinato.
Resulta que hace poco en Polonia se tuvo conocimiento de una historia similar. Un joven llamado Marcin Kasprzak estaba cansado de su relación con su novia, por lo que decidió ponerle punto final de forma trágica. Marcin, junto con un amigo, amordazaron a Michelina Lewandowska; le disparó con una pistola y creyendo que estaba muerta, la ocultó dentro de una caja vieja de televisión, la cual enterró en lo más profundo de un bosque.
Minutos después, Michelina volvió en sí y al percatarse de la situación en la que se encontraba, utilizó el anillo de compromiso que le había dado Kasprzak para cortar los cordones con los que había sido maniatada. Como pudo, logró hacer un agujero y terminó por salir de entre la tierra. Ahora, el joven de 25 años enfrenta cargos judiciales por intento de asesinato.
Leyenda de La casa del río
Se dice
que en cierta región de Los Pirineos, se encontraba una hermosa y gigantesca
casa, del otro lado del rio. Hacía tiempo que no se miraba gente en ella así
que grupo de chicos curiosos, se atrevió a cruzar el puente, y entrar en la
casa. Uno de los niños se quedó esperando por ellos sin cruzar el puente,
pues el agua lo asustaba demasiado. Los demás continuaron para satisfacer su
curiosidad, revisaron todas las puertas y ventanas hasta encontrar un lugar por
el cual entrar. Finalmente dentro, hurgando por aquí y por allá, encontraron en
algunas habitaciones enormes estanterías, desde el suelo hasta el techo, repletas
de frascos de cristal, con algunos líquidos de colores y algún tipo de masa
dentro de ellos, la luz era algo escasa, y nadie había tenido la genial idea de
cargar con una lámpara.
Cuando se dirigían al segundo piso, vieron la horrible pintura de un hombre sobre la chimenea, este tenía una expresión de enojo, y parecía que seguía atento cada uno de sus movimientos. Los chicos continuaron revisando el lugar, y encontraron un par de fósforos, que al encenderlos, les permitieron ver que lo que había dentro de los frascos eran restos humanos, fetos y animales deformes. Bajaron corriendo las escaleras, el hombre del cuadro ya no estaba, aquello era en realidad una ventana, desde la cual estaban siendo observados. El muchacho que se quedó fuera, solo escucho gritos aterradores, y salió en busca de ayuda… Cuando las personas acudieron al lugar, no pudieron encontrar a los chicos. Pero desataron su rabia contra todos aquellos frascos de horrores, rompiéndolos uno tras otro, solo para darse cuenta con tremendo terror… que sus hijos ya estaban dentro de ellos, hechos también pedazos… en la casa que en épocas antiguas fue de un doctor, acusado de perder la razón.
Cuando se dirigían al segundo piso, vieron la horrible pintura de un hombre sobre la chimenea, este tenía una expresión de enojo, y parecía que seguía atento cada uno de sus movimientos. Los chicos continuaron revisando el lugar, y encontraron un par de fósforos, que al encenderlos, les permitieron ver que lo que había dentro de los frascos eran restos humanos, fetos y animales deformes. Bajaron corriendo las escaleras, el hombre del cuadro ya no estaba, aquello era en realidad una ventana, desde la cual estaban siendo observados. El muchacho que se quedó fuera, solo escucho gritos aterradores, y salió en busca de ayuda… Cuando las personas acudieron al lugar, no pudieron encontrar a los chicos. Pero desataron su rabia contra todos aquellos frascos de horrores, rompiéndolos uno tras otro, solo para darse cuenta con tremendo terror… que sus hijos ya estaban dentro de ellos, hechos también pedazos… en la casa que en épocas antiguas fue de un doctor, acusado de perder la razón.
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